En las montañas de Pensilvania, Caldas, se encuentra la Finca Alegrías, un rincón de encanto donde el café florece bajo el cuidado apasionado de Ancizar López y sus hijos. Este caficultor, heredero de generaciones de tradición cafetera, ha convertido su tierra en un paraíso para el cultivo de uno de los mejores cafés colombianos. En la Finca Alegrías, el aire fresco y la tierra fértil crean el ambiente perfecto para que las plantas de café crezcan con fuerza.